... y es desesperante tener que quitarle 100 libras de peso a cada "máquina" en la que tratas de ejercitarte.
El día ha empezado de la siguiente manera: me he cruzado con Alfonso Díez y le he metido una paliza tal que ya le quedan menos dientes que su novia, la duquesa de Alba (¡Cayetana!). Porque qué simpática es y qué frescura desprende. Aún espero que alguien diga que esa abuela se quedó boba ya hace muchos años.
Sí, una paliza, aún lo veréis en los programas del corazón; que nos engañen, son imágenes de archivo.
También le he cortado un dedo, le he atado las manos a la espalda y le he metido el finger amputado por la nariz.
Ah, qué día. Ya continuaré en otra ocasión.
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