domingo, 31 de enero de 2010

Crash

Anoche abandonamos el Minusa pasadas las 3 de la mañana, nos despedimos de Rubén y subimos a casa. Nos pusimos "Crash". No íbamos muy bebidos, y aunque yo ya la había visto antes, volví a aguantar toda la película. Casi 3 horas de altibajos y arrumacos.

Esta mañana, tras dormir las 5 horas de rigor, abro la ventana y gruñe. Me da igual. Se despereza.
- Esta es la habitación de los sueños -me dice, ya algo más lúcida-, nunca recuerdo lo que sueño, y aquí siempre.

Me levanto en pelotas para ir al cuarto de baño, convencido de que ella, pudorosa como siempre, aprovechará el rato para vestirse. Anoche me dijo que yo soy lo más especial que le ha pasado en su vida. Yo no le respondí lo mismo. Yo no lo pienso. Hace nueve años que nos conocemos.
- Nos conocemos hace 9 años y seguimos igual, ¿no crees?
- Bueno, ahora follamos - respondo-. Hay cierta diferencia.

Si le he contestado así es porque automáticamente me he armado el caparazón. Tampoco quiero engañarla, no hacerle daño ni, por consiguiente, dañarme a mí mismo. La semana pasada también me dijeron algo precioso, a lo que tampoco supe ni sé corresponder. Quizás un día de estos deba convencerme a mí mismo que las emociones colegiales no visitan a los treintañeros, que los valores ilusión, nerviosismo, emoción y etcéteras deben ser sustituidos por estabilidad, ahorro, convivencia y otras historias.

No sé, quizás algún día. Desde luego ni hoy ni mañana.

miércoles, 27 de enero de 2010

Bostezo, y sonrío

Aquí, en el sofá de casa de mis padres, esperando a que mi madre sirva la cena. Hoy espero dormir bien, llevo días despertándome a horas que no procede. Anoche a las 3:20, y media hora más tarde otra vez.

Luego a las 5:15 pongo una alarma con el here today, gone tomorrow de Los Ramones. Estoy tan cansado que ni me apetece ir a youtube a buscar el link. Luego ya suena la alarma, el buzzer de los cojones del reloj de mesilla, a las 6 y 36. 8 cafés dan fe. Al parecer hay unos aparatos que te permiten tener la sensación de estar amaneciendo en un cuento de Disney. Seamos realistas, uno de esos no me haría ningún bien.

Ahora bostezo, me llora el ojo derecho, me pesan los párpados, y sonrío. Me sumo en una tranquilidad inusitada, en una relajación casi apocalíptica. Me han sometido a 2 estudios del sueño, curiosa experiencia. La primera ocasión saltaron las alarmas. La segunda, cuando parecía que todo estaba perdido, me rendí, decidí no volver a dormir, no pelearme más contra ingestas indeseables. Si no dormía, estaba bien, no quería volver a depender de nada.

Estuve 5 días sin dormir.

Y hoy duermo bien y de lo más que puedo quejarme es de un par de despertares. 5 noches sin dormir, con sus 5 días. De día yo me prohibía caer, sólo debía suceder de noche, fue brutal, me desintoxiqué de todo -sobre todo de mí mismo-, convertí en todo un machote. Recuerdo que cuando empezaba a conciliar mínimamente, algún espasmo en las extremidades me golpeaba a mí mismo.

Creo que fue entonces cuando mi sensibilidad se fue a tomar por culo.

Y es duro haberlo vivido, pero genial haberlo superado así. Lo que no te mata te hace más fuertecito. Si bien soy consciente de mi capacidad innata de cometer errores absurdos, soy más consciente aún de mi capacidad para remar hasta la orilla, aunque me quede sin aire ni sustento, aunque a veces pierda de vista la Tierra.

martes, 26 de enero de 2010

22:01

Lo peor de coger el tren que pasará dentro de 21 minutos en Sant Cugat es la hora y el frío que hace en estas fechas. Por lo demás es perfecto, ni siquiera huele tan mal como cuando cada mañana confluyen los hedores provocados por la sola acumulación de personas por metro cuadrado.

Lo peor de coger el tren de las diez y uno es que a esa hora sabes que has perdido toda la tarde, y peor aún es responderse a uno mismo con un “para los planes que tenía…”. Yo hoy tenía planes, como últimamente, y eso hace que me joda menos salir tan tarde. Mañana hay comité de finanzas, y lo llevo bien.

Lo mejor de coger el tren de las 22 +1’ es la música, el crucigrama, cerrar los ojos, saberte tranquilo. Hoy más, por cómo se han sucedido los acontecimientos, por haberle dado la vuelta a la tortilla y tener yo ahora la sartén por el mango. “Nos damos cuenta y valoramos todo el esfuerzo que estás haciendo, el equipo respira mejor, estamos recuperando la confianza”. Jeje. Espérate y verás, que a mí un hombre no me la clava y sale impune.

Puto tren de las 22:01.

Lo mejor de irme a las 22:01 de la noche es el rato que me paso pensando en tonterías, elucubrando, imaginándome en distintos escenarios, heroicos siempre, faltaría más; pero sobre todo, lo que más pienso, después de haberme ataviado con varias capas y caretas de lo más molonas, es en lo gilipollas que he sido al perder el tren de las 21:37.

domingo, 24 de enero de 2010

Definición

Leo mi último texto y no me gusta, hay una falta ya en la segunda línea. Esto, en realidad, no deja de ser más que un diario, y este en sí es ya un un motivo para no juzgarlo(me). Una serie de pensamientos al que unos pocos, contadísimos, acceden. Muchos me preguntan si aún sigo escribiendo. Yo siempre respondo que no, pero que no descarto volver a ponerme pronto.

A mí me despista el hecho de no saber lo que voy a escribir al ponerme delante del teclado, más o menos como cuando en los 90 me enfrentaba a un folio en blanco con el objetivo de escribir mezclando alguna ocurrencia que otra sobrevenida con anterioridad.

En realidad hago esto porque es la única forma que tengo de comunicarme conmigo, de explicarme qué sucede. Hoy me apetece confesarme que me he enfrentado, cobardemente, a una de las dos hermanas, a aquella a la que me declaré. Mario, la verdad es que todo me parece tan poco creíble, me ha dicho. Quizás sea lo mejor para todos, le he respondido. No me ha insultado, y eso supone una victoria, sin duda. Pero no se lo he repetido, no he sido valiente, y quizás es que me conozco la historia y no tenga ganas de revivirlo de nuevo:
Me gustas, siento algo por ti, me estoy enamorando, te quiero, deseo estar contigo, te echo de menos, adoro levantarme contigo por las mañanas, si no estás no me apetece, no me pasa nada, hoy no puedo, tu sabrás lo que haces, lo siento, perdóname, necesito estar solo, tenemos que hablar, adiós, que te den.

O simplemente s que me acojona, yo qué sé.

sábado, 23 de enero de 2010

Desaparecer

Estoy teniendo ataques cursis. Mucho.

Me da vergüenza casi reconocer en la composión de un espejo oceánico de estrellas, dibujando figuras y sacrificándose, lanzándose al vacío. ¿Por qué? No lo sé.

Ayer fue muy divertido, cenamos en un restaurante italiano de la callé Tetuán, la Veccia Napoli, sin duda el lugar más indicado para celebrar el cumpleaños de Casimiro, el 30.

-Tengo 30 años y he sobrevivido a 2 atropellos, un naufragio y un cáncer.

Esas fueron sus palabras, cuando le gritamos el que-hable-que-hable. Es una de las personas más brillantes que conozco, de firmes principios, rápido e ingenioso. No hay noche que no saque el tema del cáncer, siempre riéndose. "¡Qué va!Yo he tenido la suerte de poder decir que he disfrutado de la morfina a saco." .

Fuimos a un karaoke, Casimiro cantó Rafael y su novia, Amanda, Rebecca. Y un Friki al final cantó en Nessun Dorma, ya dije unos pocos días atrás que se estaba poniendo de moda, pero creo que no es la elección más adecuada para un lugar así. La camarera estaba muy buena.

Lo que pasó después me lo reservo, baste decir que recordándolo sonrío, y que supongo que por todo el cúmulo de encuentros y sensaciones vividas hoy he estado tan curso. Pero ya está, en definitiva esta es otra de aquellas cosas que no conviene sacar del cajón muy asiduamente.

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¿Sabes? Hace unos días recibí una llamada que venía a informarme que una persona me había eliminado de sus contactos de Facebook. Yo no me había dado cuenta. No es ni la primera ni la última, pero la respuesta que di y que aún mantengo fue que todo el mundo tiene que hacer aquello que crea conveniente. No me voy a enfadar lo más mínimo, caso que lo entiendo. Lo que me extrañó fue que me llamara al día siguiente, eso no lo entendí, y si algo soy yo es un tío comprensivo.

Un tío comprensivo que en días como hoy sólo tiene ganas de desaparecer y cambiarlo todo, por incongruente que suene.

viernes, 22 de enero de 2010

Cosas que iluminan

O cosas que hacen luz.

Esta tarde intentaba dormir la siesta, ha sido imposible, no me preguntes por qué. Anoche quedé con Miriam. Bien o muy bien, como siempre. Dormí poco, y no muy bien. Esperaba dormir esta tarde. No podía, y en la habitación oscura veía que los únicos resquicios de luz eran los de aquellos objetos que estaban en funcionamiento: móvil, portátil, televisión en standby, altavoz, la hora en el despertador y algunos recuerdos. No sé si era por la luz de estos últimos o por el picorcillo de mis fosas nasales, pero no conciliaba el sueño. Conciliar el sueño, ¿Con qué?

Ahora ducha, lentillas, tejanos, camiseta molona y jersey wally azul, parca y gazelles, verdes hoy. Cena, risas, havana 7 con pulco de limón y cocacola (light). Quién sabe lo que vendrá después. Sé lo que vendrá el viernes que viene, y aunque nunca leas esto, la verdad es que tengo muchas ganas de verte, aquí, donde iluminas mi habitación a oscuras.

Sin embargo, las ganas no son suficientes para coger el teléfono y decírtelo, esas cosas nunca me salen. ¿Qué quieres? Tengo pocas luces.

miércoles, 20 de enero de 2010

1 a n

la estructura de los centros de coste del Grupo va a ser modificada, con una correspondencia de 1 a n. Impepinable. Esta es ahora la mayor preocupación de mi vida, y mira que podría preocuparme por un centenar de posibles acontecimientos, innumerables ... en cambio no me apetece ni empezar a repasarlos, la balanza favorece a mi optimismo, tan poco forjado como placentero.

Y cuento con tanto alrededor que no comprendo como tanto alrededor que no me importa comprender. Observo, no me detengo en lo triste, degusto lo que me divierte. No siento demasiado como se supone que se deberían sentir las emociones más puras. He tenido lo mío, posiblemente más que la mayoría, aunque eso de compararse esté muy feo y aunque el objeto concreto de esta comparación sea una mentira tan grande como una casa de camperolo.

Y es que me da igual, cualquier preocupación, por mucho que se multiplique de 1 a N. Tengo este suelo, por ambiguo que suene. Tengo u n lugar en el que caerme a partirme la caja. No siempre ha sido así, pero oye ves, ahora sí. Como para rechazarlo.

Acabé el 2009 haciendo mucho daño a una persona que me importaba, por culpa de unas cervezas y un par de cubatas me declaré a su hermana en el día de Navidad. Horrible, ni yo me lo puedo perdonar. Bueno, sí que pude sí, y no me costó horrores hacerlo. Pero me fascina todo al respecto de aquella noche.

Coño, está sonando de fondo el famosísimo extracto del Turandot "Nessun Dorma", de Puccini, reavivado por fundaciones benefactoras -no benéficas- y Florentino Pérez "...". Y con dos cojones, interpretado por Pavarotti. Con el tiempo me han acabado pirrando estas piezas. A ver si soy capaz de insertar el puto vínculo de los cojones. Si ves que no está y te apetece, youtube está en la pestaña de al lado.

Y es que hay que ver, conservo mi sensibilidad intacta, joder.

Pero bueno, prosigo con el tema de las dos hermanas. Lo que sobre todo pienso es que tardé demasiado en ser sincero, pues esto lo arrastraba hacía tiempo. Sin embargo, no es suficiente como para volver a arriesgarse. En absoluto. Y una mierda. Aunque también en estos tema los problemas hallan pasado de 1 a n, cuando n tiende a un huevo.

Eso sí, divertido lo es un rato, visto desde fuera.

domingo, 17 de enero de 2010

Dejar de fumar

Dejar de fumar aún no es un logro, supongo que hasta que no pasen otro par de semanas no lo registraré como tal.

Además, anteanoche me fumé 1.

Pero bueno, no soy perfecto, soy humano, y he demostrado sobradamente que en ocasiones incluso me atrae ceder voluntariamente ante la tentación y relucir una más que posiblemente inexistente debilidad. Ahora dejar de fumar es más sencillo, cada vez fuma menos gente, cada vez está prohibido inhalar nicotina quemada en más lugares, cada vez es más cara la cajetilla, cada vez me apetece menos vomitar por las mañanas por culpa de la tos que arrastro.

Pero fumar me gustaba, como tantas cosas nocivas, como el amor, uouououoooooooo. No, qué va, eso también lo dejé hace años. Y mira, que anoche también nos fuimos de cena y comprimimos las bromas, con ganas de irnos a dormir pronto. Al Undeath, quería ir mi hermano. No me apeteció. Es divertido mezclarse con todos esos góticos, pero el Minusa los sábados es difícil de superar, sobre todo cuando se dejan de esas chorradas (siempre a mi parecer) de los bailes modernos con música de los 30, 40 y 50 y se confunden las palabras con los fondos amenizados por guitarras, líneas de bajo aceleradas y sintes emulando orquestas electrónicas. Pero ayer nos reímos tanto que apenas recuerdo alguna canción. Apenas bebí una copa.

Momento agudo de la noche, a cargo de Lametón:
- ¡Eh! Increíble, ¿os habéis dado cuenta de que todos nosotros vestimos calzado?

A todo esto yo le proponía matrimonio a todas las mujeres que se acercaban a mí, provocando un inmediato alejamiento. 10-10-10 es es límite, el amor delimitará las fronteras. En algunas páginas del ciberespacio anuncian señoritas rusas dispuestas a casarse a cambio del permiso de residencia. Eso sería considerado trampa.

Lo dicho, si no puedo fumar y tampoco comer como un cerdo para sustituirlo, tendré que escribir como un cenutrio.

sábado, 16 de enero de 2010

Yeah

Me lo perdono todo, estoy de lo más optimista.

Quizás ya tocaba ser un poco comprensivo conmigo mismo, aceptar mis debilidades y ... vaya, ya estoy volviendo a escribir mierdas.
Pues nada, ayer me reencontré con mi inocencia, y seguía igual. Para mí que era un clon. Me explicó algunas cosas que mejor era acompañar con una sonrisa. Ella ayudaba. jejeje. Irónica y dulcemente sarcástica, lo cual no deja de ser, precisamente, irónico.

Y sonreía igual, y se le movían las aletillas de la nariz al reír. Y yo la vi feliz; aunque ella lo negase, debería darse cuenta de que su presente yo lo envidio sanamente. Es molona, y dice coño, joder y follar. Otro día ya escribiré de ella.

Mientras tanto, a mí me duele un poco la cabeza hoy. Lo de irme a vivir a Figueres cada vez apetece más, pero estas cosas siempre se me gafan. Me apetecería y me convendría. También me gusta saber que habría al menos unas 10 personas a las que echaría mucho de menos. No está mal, nada mal.