domingo, 31 de enero de 2010

Crash

Anoche abandonamos el Minusa pasadas las 3 de la mañana, nos despedimos de Rubén y subimos a casa. Nos pusimos "Crash". No íbamos muy bebidos, y aunque yo ya la había visto antes, volví a aguantar toda la película. Casi 3 horas de altibajos y arrumacos.

Esta mañana, tras dormir las 5 horas de rigor, abro la ventana y gruñe. Me da igual. Se despereza.
- Esta es la habitación de los sueños -me dice, ya algo más lúcida-, nunca recuerdo lo que sueño, y aquí siempre.

Me levanto en pelotas para ir al cuarto de baño, convencido de que ella, pudorosa como siempre, aprovechará el rato para vestirse. Anoche me dijo que yo soy lo más especial que le ha pasado en su vida. Yo no le respondí lo mismo. Yo no lo pienso. Hace nueve años que nos conocemos.
- Nos conocemos hace 9 años y seguimos igual, ¿no crees?
- Bueno, ahora follamos - respondo-. Hay cierta diferencia.

Si le he contestado así es porque automáticamente me he armado el caparazón. Tampoco quiero engañarla, no hacerle daño ni, por consiguiente, dañarme a mí mismo. La semana pasada también me dijeron algo precioso, a lo que tampoco supe ni sé corresponder. Quizás un día de estos deba convencerme a mí mismo que las emociones colegiales no visitan a los treintañeros, que los valores ilusión, nerviosismo, emoción y etcéteras deben ser sustituidos por estabilidad, ahorro, convivencia y otras historias.

No sé, quizás algún día. Desde luego ni hoy ni mañana.

1 comentario:

  1. "Quizás un día de estos deba convencerme a mí mismo que las emociones colegiales no visitan a los treintañeros, que los valores ilusión, nerviosismo, emoción y etcéteras deben ser sustituidos por estabilidad, ahorro, convivencia y otras historias."

    PAPARRUCHAS

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