viernes, 22 de enero de 2010

Cosas que iluminan

O cosas que hacen luz.

Esta tarde intentaba dormir la siesta, ha sido imposible, no me preguntes por qué. Anoche quedé con Miriam. Bien o muy bien, como siempre. Dormí poco, y no muy bien. Esperaba dormir esta tarde. No podía, y en la habitación oscura veía que los únicos resquicios de luz eran los de aquellos objetos que estaban en funcionamiento: móvil, portátil, televisión en standby, altavoz, la hora en el despertador y algunos recuerdos. No sé si era por la luz de estos últimos o por el picorcillo de mis fosas nasales, pero no conciliaba el sueño. Conciliar el sueño, ¿Con qué?

Ahora ducha, lentillas, tejanos, camiseta molona y jersey wally azul, parca y gazelles, verdes hoy. Cena, risas, havana 7 con pulco de limón y cocacola (light). Quién sabe lo que vendrá después. Sé lo que vendrá el viernes que viene, y aunque nunca leas esto, la verdad es que tengo muchas ganas de verte, aquí, donde iluminas mi habitación a oscuras.

Sin embargo, las ganas no son suficientes para coger el teléfono y decírtelo, esas cosas nunca me salen. ¿Qué quieres? Tengo pocas luces.

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